Dice la Palabra del Señor en Salmos 97:10 "Los que amáis al Señor, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos." Al proclamad ayuno estamos ingresando al verdadero Cuartel de Dios para guerrear contra la carne, el mundo y el diablo; veo ese orden porque nuestra carne es la primera opositora. Nuestro cuerpo desea alimentarse, más para su placer que para su beneficio; luego viene la lucha con el mundo para no ceder en nuestro objetivo que es ayunar y más tarde el diablo nos tienta con diferentes situaciones malignas para pecar y fallar en nuestro blanco: Cristo.
Cuando ayunamos aborrecemos el mal, que ingresa por nuestros sentidos; las puertas abiertas de oídos, ojos, boca, tacto, pensamientos se cierran ante la maldad. Cuando ayunamos es increíble como el espíritu es fortalecido por Dios, por medio de su Espíritu Santo, allí notamos que hay una fuerza poderosa que nos alienta y ayuda, notamos que el Espíritu del Señor está en nosotros.
Durante el día de ayuno, inícielo con una oración a su Padre Dios y una lectura Bíblica. Si se levantó apurado, mientras va a su trabajo que su mente vaya agradeciendo al Señor, cierre sus ojos en algún momento y vea a Cristo cómo le sonríe y le dice "Yo te ayudo". Tendra hambre a media mañana, es la lucha de la carne, pero usted glorifique al que vive por los siglos, Cristo; entonces esa sensación, ataque, le dejará y podrá continuar. Descanse en el Señor. Cuando llegue el medio día y descanse de su labor en el trabajo, lea la Biblia para alimentarse con la Palabra de Dios; su espíritu se fortalece y queda sólo la tarde para que concluya su ayuno del día. Deseará estar en el Culto del día, porque su espíritu guiado por el Espíritu de Dios, querrá alabarle y glorificar su nombre.
Durante el mes de abril seguiremos con el plan iniciado en marzo, ayunaremos el martes de la primera semana, el jueves de la segunda semana, el sábado de la tercera semana y el domingo de la cuarta semana; es un plan que Dios nos entrega, para aborrecer el mal porque hoy la iglesia está amando al mundo y el mundo es malo, no somos de acá, debemos orar y ayunar. Si te colocas en el camino angosto de Cristo, el cual tu carne aborrece, entonces viviràs de acuerdo al Espíritu y no de acuerdo a la carnalidad; nuestros sentidos espirituales serán abiertos y fortalecidos.
Cristo ya derrotó a la muerte, al diablo y al infierno, entonces ¿Por qué vivimos tan debilitados? sólo porque la carne ha tomado el lugar que le corresponde a Cristo, el primer lugar es del Señor. A él la gloria.
Este mes de Abril, Dios nos llama a seguir en ayuno proclamado. Hemos sido testigo de su victoria, del rompimiento de lazos de impiedad y maldad ¡Gloria a Dios!Lo he visto en mi vida, como nunca he escuchado la voz del Señor en mi espíritu; como Abraham junto Dios le detuvo en el momento exacto de ir contra la vida de su hijo, de esa forma Dios nos da tiempos para obedecerle y vamos camino a Moria; sí será largo pero vamos camino al altar del Señor. Cuando lleguemos allí seremos demandados por algo que nos parecerá extraño e inaudito, pero actuemos porque del Señor es la promesa.