1° parte LOS DONES DE LA IGLESIA.
LOS DONES EN LA IGLESIA.
1° de Corintios 12:1-6
Vamos a hablar acerca de los dones, pero no como aislados sino como parte de la vida de Iglesia, vinculados con la reunión de los hermanos y hermanas. Desde el capítulo 11 al 14 Pablo intenta ordenar el formato que, aparentemente era una caos, o por lo menos un desorden en la primitiva iglesia de Corintos.
La iglesia de Éfeso era muy distinta a esta iglesia, porque los efesios eran hermanos que habían encontrado la forma de celebrar una liturgia en el Espíritu del Señor, era una iglesia celestial, no sé si hoy habrá una Éfeso por allí, pero hay muchas Corintos. Esta ciudad de Corinto era rica y muy popular, mucho dinero e intercambio de mercancía, pero su población moralmente era corrupta, el pueblo borracho, en orgías y degradaciones; y entre la ciudad el gran templo de Afrodita, la diosa del amor, donde una mil sacerdotisas ejercían una prostitución “Religiosa”, si se le puede llamar de esta manera. Ellos decían que si se tenía sexualidad era para usarse, es decir si cada parte del cuerpo tiene una función y se utiliza, entonces no hay dificultad para experimentar los elementos del sexo; era el argumento de los corintios.
Pablo, guiado por el Espíritu Santo realiza un cambio radical en la formas y manera de ver el cuerpo humano, lo revaloriza (6:13). El cuerpo como templo del Espíritu Santo, totalmente distinto a la manera de la época, cambia el paradigma, la filosofía de ver el cuerpo humano. (6:10) Hace notar que ningún pecado de origen sexual es normal, como lo tenían los corintos catalogados, sino todos los que cometan estos tipos de pecados no heredarán el Reino de Dios. Realmente una ciudad corrompida, y en esta ciudad Pablo hace la invitación para unirse al cuerpo de Cristo, que gran Misericordia del Señor.
Entonces no es raro que en este medio se produzcan dificultades y faltas, porque los orígenes de los hermanos son diversos ¡Gloria a Dios! (12: 1) Por esto en nuestra sociedad de hoy el agnosticismo va en crecimiento, lo cual niega la posibilidad de conocer una realidad superior a aquella que humanamente podemos desarrollar. Más si tengo estudios superiores, creemos que el llegar a la universidad es para los muy inteligentes, entonces si un muy inteligente no cree en los dones del Espíritu o en la manifestación sobrenatural del Señor nadie debe creer. Así está nuestra sociedad cada vez más racional, más concreta; es más hoy las carreras en boga son la científicas, el gobierno está otorgando becas para tener más científicos, más agnósticos, más incrédulos, porque para allá va dirigido el anti-dios. Nosotros hemos conocido al Señor, qué gran privilegio (Juan 1:18) Como la sociedad no puede ver al Señor, nosotros tenemos la responsabilidad de darlo a conocer de la mejor manera posible, con amor y misericordia y verdad. Sólo la iglesia tiene ese mensaje de verdad y debe darlo a conocer, es nuestra gran responsabilidad.