Bautismo. Dios siempre sorprende.
Por varios domingos hemos sido sorprendidos por el Señor con nuevos hermanos y hermanas en Cristo ¡Gloria a Dios! El hno. Juan Soto, en una visita en su hogar, me preguntaba " pastor, ¿la persona debe esperar para su bautismo, esperar conocer bien a Dios, cuando realmente pueda estar seguro o segura? Mi respuesta fue inmediata "Es cuando Dios habla, cuando Dios llama". Tenìa 17 años, llegaba de vacaciones de la universidad, cuando en un dìa de bautismo de unos dos hermanos, Dios me llamó al bautismo; no lo tenía ni pensado, pero Dios me llamó ese día. Es un llamado al corazón, porque es un compromiso con el Señor. Es como la voz de un atalaya que se para en un cerro y grita ¡arrepentíos y convertíos! entonces nadie escucha, pero un alma sale del grupo porque alguien le abriò los oìdos y escuchó lo que otros no oyeron. ¡Aleluya!