La fe que agrada a Dios
La Fe que agrada a Dios.
1.- El universo hecho por la palabra de Dios. Este punto es prioritario en el evangelio de Jesucristo, creer en el poder del Señor. Dios programó y llevó a efecto todo lo creado; desde la creación de los cielos hasta el ser humano fue ideado por Dios y cada parte en su lugar. Pensamos en los planetas, en nuestro Sistema Solar y no podemos dejar de admirar lo maravilloso de la creación de Jehová Dios, es más, no podemos entender con nuestra mente finita; es imposible comprender al gran Dios Todopoderoso ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo pudo hacerlo? Esta es la fe que agrada a Dios el creer con toda nuestra mente, nuestro corazón y nuestras fuerzas que Él lo hizo.
2.- Abel ofreció por la fe más excelente sacrificio que Caín. No fue malo el de Caín pero el de Abel fue mejor. Dio testimonio de sus ofrendas. Muerto aún habla por las ofrendas. Aún en las dificultades dar testimonio que confiamos en el Señor. Abel entregó una vida, su propia vida al servicio del Señor, no se guardó el mejor cabrito; sino lo entregó. ¿Qué estamos dando nosotros? ¿Qué tenemos para dar? Porque todos tenemos algo que entregar y ese algo debe ser lo mejor, lo que amamos en esta tierra, lo que nos cuesta porque es nuestro esfuerzo, pero sabemos que nuestra obediencia al Señor es mayor; por lo tanto debemos dar para el Señor lo que tenemos.
3.- Enoc fue traspuesto para no ver muerte. Antes tuvo testimonio de que había agradado a Dios. Para agradar a Dios, sólo es por la fe. Cuando tenemos fe Dios se agrada, se alegra, pero la fe es sin ver lo que viene con los ojos normales, sino con el espíritu. Enoc tuvo testimonio, es decir, algo le dijo o algo vio que fue testigo de que agradaba a Dios.
Abel y Enoc ¿Qué hicieron para agradar a Dios? Tuvieron fe. Dar más de lo que tenemos, más de lo que esperamos, el ejemplo de Abel. Podemos dar algo mejor que los demás, que no duela, sino que sea para Dios. Alcanzó testimonio de que era justo, se dio cuenta como Enoc que lo que estaba haciendo agradaba a Dios, dio testimonio de sus ofrendas. Esto nos da a entender que Abel tenía para dar, su ganado era extenso, pudo haberse fijado sólo en sus ganancias, pudo haber dado lo más pequeño, pero trajo lo mejor; esto hoy es muy difícil porque lo que tenemos cuesta ofrecerlo para el Señor. Es muy difícil que un rico sea hijo del Señor, lo dijo Jesús; pero Abel tuvo fe en ofrecer todo para el Señor.
Tenemos a un hermano o hijo de Dios, Abel, que vio la muerte; la cual fue dolorosa porque el Señor Dijo “la sangre de tu hermano clama desde la tierra”, por lo tanto su partida fue con dolor y por otra parte está Enoc, quien no pasó por este valle de la muerte, sino que Dios no permitió que su hijo vea muerte, entonces Dios lo traspuso. ¿Por qué uno vio muerte y otro no? Puede responder.
Hebreos 11:9
“Pero sin fe es IMPOSIBLE agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
Tanto Abel como Enoc creyeron en la recompensa del Señor, en el galardón que recibirían, Eso también es fe, creer en que el mejor pago es el del Señor. ¡Bendiciones!
Sólo la fe puede hacernos ver a Dios