Pidamos Sabiduría de lo alto.

25.11.2015 07:49

Hijo del rey David. En 1° de Reyes, capítulo 4 y 5, el Espíritu Santo destaca lo que pidió este hombre. Como cualquier ser humano él tenía necesidades, pero las dejó en último lugar. Al pedir sabiduría, no entendemos la ganancia que pudo tener, él no sabía lo que Dios le otorgaría; pero aquí actuó la fe. Desde pequeño, Salomón, escuchó a su padre David, cuando componía Salmos, cuando de su pluma brotaba un poema o canción; quiso ser como su padre David. Cuando copiamos lo bueno de nuestros padres, somos bendecidos. Salomón, supo de la grandeza de Dios; desde pequeño, estuvo cerca de su padre y conoció las proezas, pero sobretodo obedeció con exterminar toda maldad que quedó cuando su padre murió y se dedicó en los primeros años a limpiar el reino de los hombres sanguinarios que estuvieron cerca de su padre David. Ahora está la paz, ahora hay descanso y Dios le habla. Cuando tenemos serenidad, es conveniente abrir nuestros oídos y escuchar la voz de Dios, porque en la guerra, sólo sentimos el ruido de la espada y nos afirmamos en la barca para no caer al mar de la confusión, pero ahora Salomón entró en un período de paz. En este descanso, escucha y obedece al Señor en la construcción de una casa, templo, para su honra y gloria (De Jehová de los Ejércitos).

No cualquiera podía hacer esta casa para el Señor. David lo intentó, pero Dios no se lo permitió. Debía ser realizada de los lomos de un hombre sabio. David era valiente, inteligente; pero no era sabio para con Dios. La sabiduría de Salomón fue tan enorme, que venían reyes y reinas para escucharlo.Compuso más de 3.000 proverbios y más de mil cánticos, aparte de los estudios sobre los animales en general y la vegetación. En estos tiempos se encuentra que Leonardo Da Vinci, fue un hombre inteligente por la creación de alas y otros inventos, pero Salomón  ya había realizado mucho más, tanto que hoy recibiría todos los premios nobeles de cada rama de la ciencia y humanidades, un rey. Era un rey diferente, porque era hijo de Dios. Donde quiera que trabajes, y cualquier cosa que realices, puede ser lo mejor, porque eres el hijo de Dios. Dios nos otorga SABIDURIA, pero del cielo. No hablamos de conocimiento sino de lo que proviene de lo alto y eso es Bueno, Muy Bueno.

Pídamos lo mejor y lo mejor es Sabiduría de lo alto, más en este tiempo donde vemos envidia, malicia, y como la obra maligna avanza en este mundo de crueldad, en este mundo vacío, sin esperanza. ¿Nos falta dinero para cancelar nuestras cuentas? Pidamos sabiduría al Señor buscando el reino de Dios y su justicia, y él ordenará nuestra vida; sacará de donde no hay y camcelará todo; pero debemos buscarle de todo corazón, confiando en su Palabra que jamás vuelve vacía. Amén.